HOY ES PASADO

mi vida se resume a un sinfin de ataques.............
ataques desde el exterior y por supuesto desde el interior.
Ataques constantes que precisan de una guerra tras otra y que producen  hastío y dolor, además del consiguiente cansancio.
Las constantes batallas me enseñan a estar alerta para poder usar tácticas adecuadas y siento la necesidad de aprender nuevas de ellas para vencer a enemigos que acechan cuidadosamente escondidos detrás de las colinas, allí donde creo que no puedo ver.
Otras guerras están atrincheradas en mi interior, ya son parte de mi, ya hasta las siento tan mías que puede que no sepa vivir sin ellas.
Cuando viene la rendición, cuando se supone que algo o alguien ha vencido, cuando espero descansando, sin esperarlo, algo de repente me recuerda, tristemente, que la siguiente ha de llegar, dentro de poco, igual hoy mismo, y opto por no sorprenderme, por no extrañarme, por darlo por hecho, apago las luces y espero atenta, agazapada, dolorida, la llegada por sorpresa de otra batalla que de nuevo me invadirá con una nueva tormenta.